Doce meses dan para mucho si se persigue la compra y fusión de un banco por parte de otro. Pero han sido
claramente insuficientes si el opado se defiende con todo. La opa del BBVA sobre el Sabadell ya es la operación
más larga de la historia de la banca en España y pese a estar cerca el final, nadie se atreve a hacer una
predicción sobre cuál será el resultado. Los continuos giros de guion (esta semana se dio el último con la inédita
consulta pública) descolocan incluso al mercado, que lleva la cotización a vaivenes no habituales en la recta
final de la opa.
Cuando el lunes el presidente Sánchez informó al presidente del BBVA, Carlos Torres, y al del Sabadell, Josep
Oliu, de la apertura de un formulario para que todos los afectados pudieran opinar, los primeros momentos
fueron de desconcierto porque no estaba claro si ese mecanismo paralizaría los plazos y alargaría la operación.
No fue hasta horas después cuando el ministerio de Economía confirmó que todo se desarrollaría dentro de los
plazos legalmente establecidos de 15 días hábiles para decidir si se eleva al Consejo de ministros la decisión
sobre autorizar la opa con la condiciones impuestas por la CNMC, reducir esos compromisos o establecer unos
nuevos basados en el interés general.
Fuente Periodística: La Vanguardia