El ahorro aportado al contratar una hipoteca es el factor que acaba decidiendo las cosas. Por norma general
se recomienda tener un 20% del precio de la vivienda y otro 10% para cubrir impuestos. Desde el sector
apuntan que superar esa cifra, aunque sea un poco más, permite acceder a un préstamo con mejores
condiciones y a menor coste, de hasta un punto de diferencia en los tipos afrontados.
Un estudio de la plataforma hipotecaria Gibobs que analiza 60.000 operaciones realizadas en el 2024 apunta
que en el 49% de los casos el ahorro es el factor más determinante para la aprobación, por delante del precio
(19%), los ingresos (14%) o la antigüedad (13%).
‘Es un reflejo de los modelos de riesgo de los bancos, el ahorro neto es lo que más impacto tiene. Es cuando
más cómoda se siente la entidad al bajar la prima, nos dice que es alguien con disciplina financiera, que sabe
lo que ingresa y puede gastar’, explica Jorge González-Iglesias, consejero delegado de Gibobs.
Esa buena gestión indicaría menor riesgo de impago. Y superar los estándares recomendados tiene premio.
‘Para acceder a precios más competitivos y más oferta lo mejor es tener el 25% o 30% más la parte de los
gastos, se logran primas más bajas’, comenta. En concreto, menos comisiones y menos producto vinculado.
‘La diferencia en tipos puede llegar a ser de un punto porcentual’, añade. Si bien al contratar una hipoteca se
valoran factores como lo ahorrado, el nivel de ingresos, la estabilidad o la edad de los interesados, lo primero
es muy valorado por las entidades porque ‘es lo que da más estabilidad al banco para confiar en ti, le muestras capacidad de gestión del dinero, una mentalidad ahorradora, sobre todo si viene de tu salario’, incide Ricard
Garriga, consejero delegado de Trioteca.
Fuente Periodística: La Vanguardia